About Me

martes, 13 de octubre de 2009

NOTICIAS

El alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, inauguró en la noche de ayer desde el patio de la Academia de Infantería -se destacó que fuera el Día de la Hispanidad- la nueva iluminación artística del Alcázar toledano, que vuelve a recuperar su brillo tras casi una década apagado su luminosidad. Junto al alcalde,estuvieron, entre otros, el general de la Academia, Adolfo Orozco, y la consejera de Cultura, Turismo y Artesanía, Soledad Herrero.

Durante su intervención, García-Page se mostró muy satisfecho por haber conseguido iluminar este emblemático edificio, que se suma a la catedral, iluminada el pasado verano. Además, anunció nuevos proyectos en este sentido y destacó el bajo coste energético ya que cada hora de iluminación del Alcázar sólo costará 6 euros.

Gerardo González Cantos, ingeniero técnico industrial del Ayuntamiento, ha sido el autor de este proyecto que ha contado con la asistencia de la Oficina Técnica de Philips Alumbrado y se ha financiado con las ayudas del Fondo Estatal de Inversión Local con un coste de más de 800.000 euros. La nueva iluminación para este edificio está basado en la cantidad y calidad de la luz y en parámetros medioambientales.

FUENTE: http://www.abc.es/20091013/toledo-toledo/tras-decada-apagado-alcazar-20091013.html

miércoles, 7 de octubre de 2009

Corpus Christi

La festividad del Corpus Christi, impulsada por la beata Juliana de Mont-Cornillón e instituida por el Papa Urbano IV en 1264, forma parte de una tradición que se ha ido componiendo a través de estos ocho siglos hasta llegar a ser considerada la fiesta más importante y representativa de la ciudad de Toledo; tradición, cultura y religión en perfecto acorde.

La celebración tiene lugar el domingo de la novena semana después del Domingo de Resurrección, generalmente entre finales de mayo y principios de junio, pero el ambiente festivo se intuye con los preparativos, que comienzan unos días antes de la fecha con la colocación de los toldos, que componen verdaderos y originales cielos artificiales que a su vez protegen la Custodia, y distintos ornamentos.

Faroles, guirnaldas, vidrieras, forjas y otros objetos tradicionales disponen el recorrido por el que marcha la Eucaristía; las paredes, balcones y ventanas se revisten con antiguos y bellos tapices, mantones y estandartes. La ciudad se convierte entonces en una prolongación de la Catedral y las calles en templo al aire libre.

El día anterior el camino es perfumado cubriendo el pavimento con hierbas aromáticas, romero, tomillo, cantueso o espliego crean auténticas alfombras olorosas.

El Domingo de Hábeas todo está preparado, la Custodia, protagonista indiscutible del Corpus Christi, sale de la Catedral protegida bajo palio, acompañada del silencio, custodiada por antiguas cofradías, hermandades y capítulos y cortejada por la multitud que se desplaza hasta estas calles de aroma medieval.

El intenso olor a incienso quemado se funde con la fragancia que desprenden las plantas aromáticas y los pétalos que se arrojan al paso de la Custodia; el sonido de los cánticos y la música se unen para crear una atmósfera única e inundar Toledo en un escenario memorable donde aromas, sonidos y colores compiten por embellecer la ciudad.

El corazón de la procesión, la rica custodia del tesoro que la Catedral alberga en su museo, es mostrado fuera de sus muros únicamente este día del Corpus toledano.

La Custodia, una de las más exquisitas joyas de la cristiandad, fue elaborada en su interior con el primer oro traído de América; una segunda custodia exterior creada en plata, y más tarde bañada en oro, protege la primera. A este oro y plata se unen perlas y gemas para armar semejante obra diseñada en forma de torre gótica.

Durante el paseo, la tarasca y los gigantones, las cofradías, hermandades y capítulos, las caballerías y bandas de música secundan al Cáliz, que no cesa de ser bañado por lluvias de pétalos de rosa, a través de las principales calles del casco histórico hasta finalizar el recorrido con el regreso a la Catedral.

Esta solemne fiesta, declarada de Interés Turístico Internacional, se complementa con variados actos y actividades, por lo que es proclamada como Semana Grande. El Corpus Christi toledano es, en definitiva, una experiencia única que merece la pena vivir y disfrutar con toda intensidad.

Este año 2009 tendrá lugar la procesión el jueves 11 de junio y el domingo 14 de junio a las 11,00 h. Salida desde la Catedral.

SEMANA SANTA

La Semana Santa de Toledo, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, tiene un atractivo especial por el peculiar escenario de las estrechas y empinadas calles y su severidad penitencial. Todas las procesiones transcurren por la noche, mostrando la belleza y la antigüedad de algunas imágenes a la luz de cirios y hachones. Cada Hermandad y Cofradía lleva sus vestidos de colores característicos para cada una, de tipo Nazareno, compuestos por hábito con fajín y capuchón, capúz o capirote en la cabeza, muchos con velo que oculta la cara.

Durante varios días previos La Junta de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa de Toledo y la Iglesia toledana celebran sus septenarios y triduos con los Santos Oficios y otros cultos, como imposición y bendición de los hábitos de los nuevos hermanos. Además de las asistir a las procesiones se visita al Santísimo en los tradicionales Monumentos, especialmente en los conventos de clausura.

Es una oportunidad única de ver sus iglesias, verdaderas joyas artísticas, abiertas al público solamente el Jueves y el Viernes Santo. La primera procesión tiene lugar el Viernes de Dolores, en la semana anterior. La imagen de Nuestra Señora de la Soledad es portada y acompañada por las Damas de su Hermandad, vestidas de luto riguroso, saliendo a las once de la noche de la iglesia de Santas Justa y Rufina.

La procesión del Domingo de Ramos sale de la catedral por la Puerta del Reloj, para entrar de nuevo por la Puerta Llana. La procesión del Santísimo Cristo de la Esperanza, el Lunes Santo, suele estar acompañada en su comienzo por cantos gregorianos de los seminaristas. La procesión del Miércoles Santo, del Cristo Redentor, acaba con el Miserere cantado en la iglesia conventual de Santo Domingo el Real. La noche del Jueves al Viernes Santo dos procesiones salen de la Catedral Primada, a las nueve la primera y a miedianoche la segunda.

Son de recorrido más amplio, porque se les unen las procesiones del Cristo de la Expiración, desde las tres de la madrugada y la del Santo Encuentro desde las seis de la mañana. Este mismo día, al anochecer, comienzan simultáneamente tres procesiones, con inicio en las parroquias más antiguas, de Santa Leocadia, El Salvador y de Santas Justa y Rufina, compariendo parte de su recorrido, para regresar a sus respectivas iglesias. Son las procesiones del Cristo de la Misericordia, Santísimo Cristo de la Fe y del Santo Entierro.

A continuación, a la una de la madrugada, siendo ya Sábado, comienza la procesión del Cristo de la Buena Muerte, desde el Monasterio de San Juan de los Reyes, llevando los penitentes el hábito franciscano. La vigilia pascual se realiza en todas las iglesias, esperando la medianoche, entrando en el Domingo de Resurrección con la doble procesión de la Santísma Virgen de la Alegría y del Jesús Resucitado, en la que, tras el encuentro de la imágenes, a la Virgen se le quita el velo de luto y los asistentes lo celebran con una chocolatada delante de la parroquia de San Andrés.

martes, 6 de octubre de 2009

Sitios para visitar en Toledo: historia y cultura en la capital

Distintos motivos pueden cruzar en su camino la oportunidad o la necesidad de elegir sitios para visitar en Toledo. Pero más allá de los motivos, es difícil elegir erróneamente sitios para visitar en Toledo. Como ciudad central de España presenta una mixtura en la conformación de su comunidad, compuesta por árabes, judíos y cristianos, que resulta en una gran variedad de opciones a la hora de compenetrarse en las distintas costumbres de cada cultura.

◘ La Catedral de Toledo
Fue fundada en el siglo I por San Eugenio, el primer Obispo que tuvo Toledo.

Durante la ocupación musulmana, los árabes la convirtieron en una mezquita. En el siglo XI el rey Alfonso VI la volvió ha convertir en una catedral.

Luego en el siglo XIII fue destruida y reconstruida más tarde en el estilo gótico, que nosotros conocemos y que ha perdurado hasta nuestros días.



◘ El Alcázar
Este Castillo fuera de serie es el monumento de Toledo más emblemático y fue usado como fortaleza por los romanos, visigodos, árabes y cristianos. El rey Alfonso VI construyó su residencia aquí y algunos de los arquitectos y artistas más prestigiosos del momento participaron en la construcción de este Palacio Real. Fue destruido en el siglo XVIII, durante la Guerra de Sucesión. Fue reconstruido y años más tarde se quemó y volvió a reconstruirse otra vez. La última vez que quedó destruido fue durante la Guerra Civil española y no se reparó hasta unosaños después.


◘ La casa del Greco
La casa y el museo fueron abiertos al público en 1910, es un bello conjunto que da idea de cómo era una casa acomodada de
los siglos XVI-XVII.

Comprende un patio con jardín y diversas estancias amuebladas al gusto de la época.

Además En el museo se exhiben también pinturas y esculturas de importantes artistas contemporáneos al Greco



◘ El Monasterio de San Juan de los Reyes
Es una de las obras de la arquitectura gótica más espectaculares de España.

Ubicado en plena judería, fue mandado construir por los Reyes Católicos en 1.476 para conmemorar la victoria en la Batalla de Toro sobre las tropas portuguesas que defendían los derechos al trono de Juana la Beltraneja, y como posible lugar de enterramiento, aunque finalmente los monarcas reposan en Granada.




◘ Las murallas árabes
Uno más de los sitios para visitar en Toledo que dejara un recuerdo inolvidable del viaje.
Las murallas en Toledo datan del año 670 aproximadamente, son de origen árabe aunque la obra fue finalizada por Alfonso VI, quien al conquistar la ciudad otorgó fueros a la etnia original favoreciendo el principio de un proceso que hoy se ve desarrollado en esta ciudad de tres culturas.

De las murallas restan dos puertas, la Puerta de Toledo o Arco de Belén y la Puerta de Yébenes o Arco de San José; ambas son imponentes, no se las pierdas.

◘ Castillo de San Servando
San Servando es una fortaleza del siglo XIV construida hacia el año 1380 por orden del obispo Tenorio sobre un castillo anterior de origen musulmán, de mayor tamaño y de la que aún quedan los cimientos, que a su vez fue construida sobre una iglesia visigoda y esta sobre otra fortaleza anterior romana, como lo testimonian los restos de su argamasa.

En efecto, los restos de argamasa romana que se divisan en la subida al castillo (origen de la calzada romana a Oretum, luego camino de Toledo a la Córdoba musulmana) indican la existencia de una fortaleza, protección eficaz de Alcántara y cabeza de puente para dominar la orilla izquierda del río. Quedaban visibles también, hasta hace pocos años en que se han cubierto de tierra, los cimientos de la fortaleza musulmana, con torres rectangulares y mucho mayor que la actual.

El castillo, propiedad real con el objeto de defender la ciudad de Toledo desde la orilla izquierda del río, se hundió su interior al perder su utilidad militar, cayendo también el muro hacia Toledo, el más débil sin duda. Destinado a almacén de pólvora en 1857, se ofreció su venta por 3.000 ptas. en 1873, pero fue declarado monumento al año siguiente, entregándose a la Comisión de Monumentos que, falta de medios, lo arrendaba para corral y efectuó someras excavaciones en el recinto.


Palacio de Galiana
El edificio actual, situado en lo que tradicionalmente se llama la Huerta del Rey, se reconstruyó en el siglo XIV sobre e el palacio de recreo del rey taifa Al-Mamún.

Sería un espléndido jardín botánico y finca de recreo en le siglo XI, ya que se conservan descripciones contemporáneas del lujoso palacio de verano y su alberca, en cuyo centro se levantaba un fantasioso kiosco con vidrios de colores.

Aquí fue hospedado Alfonso VI de Castilla, en su exilio toledano durante las luchas fratricidas con el rey Sancho II de León. Un año más tarde, muerto ya su amigo Al-Mamún, sin digno heredero, el castellano ocupó el palacio durante el asedio de la ciudad. Los almorávides destrozaron los jardines en sus intentos de recuperar Tolaitola, acabando la destrucción las tropas cristianas que los vencieron en Navas de Tolosa. La finca llegó a manos de la Emperatriz Eugenia de Montijo, quien quiso restaurar el palacio, pero esto no se hizo hasta 1931, cuando es declarado ya monumento histórico-artístico.

El actual palacete de estilo mudéjar magníficamente restaurado, aunque con algunas licencias historicistas es un edificio de planta rectangular, con una gran sala dividida en tres naves, terminados en sendas alcobas. Un cuerpo transversal con patio interior comunica las naves entre sí. Una fachada da la Tajo y la otra a un estanque, que bien puede ocupar el lugar de aquella primera caprichosa alberca. Los restos de la policromía del siglo XIII y las yeserías del XIV atestiguan que el palacio fue reconstruido después de la de Las Navas.

Desde el siglo XVI reciben el nombre actual, en memoria de los fabulosos palacios y jardines que habitaría en el alficén toledano la bella princesa musulmana, legendaria hija el rey Galafre y esposa de Carlomagno.

Museos de Toledo

  • Museo de El Greco: El famoso pintor El Greco vivió en esta casa, la cual actualmente es un impresionante museo, que alberga sus obras.

  • Museo de Arte Contemporáneo: Está situado en la Casa de las Cadenas, un interesante edificio del siglo XVI convertido en una buena galería de arte, especializada en obras de arte del siglo XX.

  • Museo de la Santa Cruz: Está situado en un antiguo hospital del siglo XVI, restaurado y reformado, para albergar este museo. Tiene un patio con una escalera, que son encantadores. En él están expuestas obras de arte, tapices y objetos arqueológicos encontrados en diversas excavaciones.

  • Museo de la Fundación Duque de Lerma: Se le conoce también por el nombre de Hospital de Tavera, porque está situado en un antiguo hospital del año 1541, que el Cardenal Tavera hizo construir en estilo renacimiento castellano. La Duquesa de Lerma, que vivía en su Palacio situado dentro del recinto del hospital, lo hizo restaurar y remodelar. Hay que destacar: el mausoleo del Cardenal Tavera situado en la Iglesia, bajo la cúpula y realizado por el escultor Alonso Berruguete; un patio precioso, que está dividido en dos por un paso cubierto y elevado; todas las pinturas de El Greco, que decoraban el Palacio de los Duques de Lerma, ahora están expuestas en este museo. Este edificio ha sido declarado Monumento Histórico Artístico Nacional.

  • Museo de los Concilios y Cultura Visigoda: está situado en la Iglesia de San Román y en él se muestran objetos del periodo visigodo.

  • Museo de Victorio Macho: Este museo está ubicado en la que fuera la casa del escultor Victorio Macho. En él están albergadas sus esculturas más conocidas.

  • Museo de la Parroquia de Santo Tomé: En este museo se exhiben las obras más famosas de El Greco: El Entierro del conde de Orgaz, entre otras.

La Vida de un Genio

El Greco es el nombre con el cual se conoce popularmente a Doménikos Theotokópoulos. El apodo se debe a que era originario de Candía (actual Heraclion), capital de la isla de Creta -Grecia-, donde nació en 1541.

Respecto a los primeros años de su vida no se conocen demasiados datos, sólo que procedía de una próspera familia burguesa, y que recibió una amplia formación humanística. Fue uno de los artistas que mejor supo entender y desarrollar el Manierismo.

Doménikos trabajó en las dos vías que existían en la pintura de Creta de la segunda mitad del siglo XVI: la tradicional -"alla greca" siguiendo los modelos bizantinos- y la moderna -"alla latina" según los modelos llegados del Renacimiento italiano-. Trabajando en ambas, pronto alcanzó una importante posición entre los pintores cretenses, por lo que hacia 1563 se lo llamó maestro.

Cuando decidió irse de su ciudad natal, ya era un prometedor pintor. En 1566 se trasladó a Venecia, ciudad en la vivía su hermano Manusso y que había visitado unos años antes (hacia 1560). En esta ciudad, El Greco asimiló la pintura renacentista. Algunos datos imprecisos parecen sugerir su ingreso en el taller de Tiziano, pero independientemente de este hecho, es cierto que la pintura del gran artista veneciano -junto con la de Tintoretto, de quien tomó la iluminación artificial para sus cuadros, y Jacopo Bassano-, ejerció una influencia determinante en el desarrollo de su técnica y su estética.

En 1570 Doménikos se fue a Roma, donde vivió siete años. Allí pudo admirar las obras de Miguel ángel, Rafael y Correggio. Asimismo en esa ciudad abrió su propio taller y enseguida logró una sólida reputación como retratista, lo que le permitió frecuentar los ambientes más relevantes de la sociedad e intelectualidad italiana y española.

También en la ciudad romana se contactó con el miniaturista Giulio Clovio, con quien inició una estrecha amistad que le permitió ingresar en el palacio de uno de los mecenas más importantes de su tiempo: el Cardenal Alejandro Farnesio. En 1572 fue admitido en la Academia de San Lucas, dentro de la modesta categoría de miniaturista.

Fue en 1576 cuando Doménikos decidió marcharse a España, con la esperanza de ser contratado para la decoración del Monasterio de El Escorial. Ya en Madrid conoció a Jerónima de las Cuevas, con quien tuvo a su único hijo Jorge Manuel en 1578.

Tal como lo esperaba El Greco, recibió un importante encargo, el monarca español le encomendó un cuadro que conmemorase la batalla de Lepanto, y el artista pintó "El sueño de Felipe II" (1577-1579) que no fue del agrado del rey. Luego le pidió que realizara "El martirio de San Mauricio", que tampoco le gustó al rey, pues le pareció poco acorde con las ideas de la Contrarreforma.

Fue así como Doménikos se instaló de forma definitiva en Toledo (la ciudad donde sí pudo triunfar). Allí contó con la protección de varios personajes cultos e influyentes que le encargaban sus obras más espectaculares, estableciendo con la mayoría de ellos una amistad. El Greco estableció su hogar en la Ciudad Imperial, donde formó su taller, dedicándose a la elaboración de cuadros, diseño de retablos y escultura.

Paulatinamente se fue afianzando entre la clientela de Toledo, de la que recibió sus mejores encargos: entre 1586-1588 hizo el famoso "El entierro del señor de Orgaz", diversos retablos para instituciones religiosas tanto de Toledo como de Madrid -el encargo del Colegio de doña María de Aragón que actualmente ocupa el edificio del Senado español- o pueblos limítrofes como Illescas o Talavera la Vieja.

Sus figuras se hacían cada vez más estilizadas, en un estilo muy personal con figuras desproporcionadas, colores violentos y vibrantes, y fuertes dibujos. Algunos especialistas han llegado a especular sobre una posible enfermedad visual como causante de esas deformaciones, pero recientes estudios demostraron que El Greco empleaba ese estilo porque era de su agrado y también el de su clientela.

Hasta su muerte el pintor creó tanto retratos como composiciones religiosas y profanas, y varios paisajes.

Se destacan, entre otros, los retratos de "Fray Hortensio Félix Paravicino" (1609) y "El licenciado Jerónimo de Cevallos" (1604-1614), los cuadros para la capilla de San José de Toledo (1599) y la decoración del retablo mayor del Hospital de la Caridad de Illescas (1605), la "Vista de Toledo" (h. 1600), inigualada en cuanto a composición y colorido hasta el expresionismo del siglo XX.

En resumen, se pueden considerar en su obra tres etapas: bizantina, italiana y española, que corresponde a su estancia en Creta, Italia y España. Se lo considera precursor del arte moderno, por la sobriedad del colorido, la austeridad en los efectos y la estilización de las formas y las figuras.

A pesar del mucho trabajo que tenía se cree que en los últimos años El Greco pasó penurias económicas. Murió el 7 de abril de 1614, en Toledo, cuando tenía 73 años; posiblemente después de una larga enfermedad. Aunque su obra no fue en absoluto bien comprendida en su tiempo, luego fue considerado de importancia entre los artistas españoles. Llegó a crear cierta escuela a partir de su taller toledano y a dejar rastros entre algunos de los grandes maestros del siglo XVII, como Velázquez.

Luego de su muerte, muchos de sus cuadros desaparecieron o directamente fueron olvidados, pero casi tres siglos después de su tiempo, hubo un interés por reivindicar formas artísticas desvinculadas del academicismo y de los criterios estéticos tradicionales, por lo que llevó a críticos, artistas y coleccionistas a descubrir y reinterpretar la gran obra del El Greco. En la actualidad, de su abundante producción apenas se conocen unas 300 obras, las cuales abarcan una de las creaciones pictóricas más personales de la historia del arte.

TOLEDO

Como diría el “Quijote”: hay un lugar de la Mancha del que sí hay que acordarse… Ese lugar se llama Toledo. Esta ciudad, “Monumento nacional” es una auténtica joya arquitectónica e histórica. Encaramada en un alto, Toledo ha sido y es una de las más bellas ciudades de la España interior.


Con sus aproximadamente 70.000 habitantes, y a tan sólo 71 km de Madrid, Toledo brinda la oportunidad de conocer de primera mano, la historia de España; la historia de la convivencia de las 3 culturas vigentes en la Edad Media: la cristiana, la musulmana y la judía.

Su casco antiguo es, sin lugar a dudas, el mayor de España, y cuenta con más de un centenar de monumentos. Circunstancias que le han valido para ser declarada "Ciudad Patrimonio de la Humanidad" por la UNESCO. Un laberinto de calles estrechas y empinadas, dada la morfología de la ciudad, hacen que sea recomendable visitarla a pié.

Toledo aparece majestuosa, coronada por su gran Alcázar, y bordeada por el río Tajo. ¿Quién no ha oído hablar de El Greco o de Gustavo Adolfo Bécquer?, estos artistas son mundialmente conocidos y su paso por Toledo ha quedado latente en sus obras.

Una buena forma de recorrer esta ciudad es hacerlo cronológicamente, es decir, visitando los lugares de interés turístico guiados por el orden histórico de sus edificios más emblemáticos. Toledo ya destacó en su día como ciudad celtibérica. De la época romana destacan su acueducto y su Circo romano. Siguiendo el curso del tiempo, el viajero pronto descubre que Toledo fue capital del reino Visigodo, a mediados del siglo VI, momento en el cual los reyes godos instalaron su corte en la proclamada “Ciudad real”.

De aquella época destaca el Castillo de San Servando. En la época musulmana, Toledo defendió su rebeldía frente al Califato de Córdoba. Fue la capital del Norte de la España musulmana y, hoy en día, se pueden visitar la Mezquita del Cristo de la Luz del siglo X y la Vieja Puerta de la Bisagra, la única que queda de la antigua muralla árabe.

Con la Reconquista, periodo histórico en el que los cristianos recuperaron las tierras ocupadas por los musulmanes, llegó el máximo esplendor de Toledo.

En esta etapa (finales del siglo XV y principios del siglo XVI), surge la Escuela de Traductores de Toledo, de gran relevancia, y el arte mudéjar que conjuga las bases del arte cristiano medieval con elementos arquitectónicos y decorativos de estilo árabe. De este estilo, que nace en Toledo, destacan: las Iglesias del Cristo de la Vega, de San Vicente, de San Miguel, de San Román, y la Iglesia de Santo Tomé, dónde se encuentra una de las obras más significativas de El Greco: “el entierro del Conde de Orgaz”.

Las Sinagogas de Santa María la Blanca y la Sinagoga de El Tránsito con su estructura mudéjar de gran belleza y sencillez, son testigos de la convivencia pacífica entre las 3 religiones y son dos puntos de interés a no perderse.

Por último, y siguiendo la ruta por la monumental Toledo, sobresale la Catedral de estilo gótico, que alberga una importante pinacoteca en su sacristía con obras de Van Dyck, Goya y el Greco entre otros.

Con los años, Toledo no perdió esplendor sino todo lo contrario. Con la expulsión de los judíos en 1492 y el reinado de los Reyes Católicos, Toledo vivió otra etapa de gran relevancia. Ejemplos a visitar son el Monasterio de estilo gótico Isabelino, La Iglesia de San Juan de los Reyes, el antiguo Hospital de Santa Cruz con su fachada plateresca y la que fuera Casa y hoy Museo de El Greco.

Visitar Toledo es una experiencia única, un verdadero viaje por el túnel del tiempo. La historia se palpa en todos lo rincones y el viajero descubre una ciudad que tiene el honor de haber sido durante mucho tiempo la capital del Reino. En definitiva, Toledo es un lugar de la Mancha que deja huella, por algo la historia de España se escribe con T de Toledo.